viernes, diciembre 28, 2007

LAS NAVIDADES QUE TE EXTRAÑAN

Extrañar es hacer de alguien entrañable un extraño. Recuerdo pocas navidades felices, a decir verdad, no recuerda ninguna, y si hubo alguna solo tengo destellos de recuerdos, flashes que pasan muy rápido. En Navidad, me siento un extraño, un extranjero. La Navidad se me hace insoportable. Es el momento del año donde la hipocresía abunda, la gente despiadada se vuelve bondadosa, las familias que pelean todo el año se siente en el deber (¿o en el derecho?) de sentirse unidas. Las entidades públicas y privadas, que se han dedicado a saquear los predios de la gente del pueblo, palian sus actos execrables con chocolatadas desabridas y regalos vacíos. La gente compra y vende, vende y compra como si ese fuera el fin de la fiesta (¿cómo reaccionaría Jesús, el que expulso a los comerciantes del Templo?). En Navidad, riqueza y pobreza guerrean y, como ya se sabe, la pobreza en cantidad siempre gana: los pobres parecen invadir la ciudad reclamando un resquicio, la sobra, de la Navidad de la gente rica. En Navidad los hospitales están más llenos, y casi siempre son los niños accidentados los que los habitan. En Navidad, por más sincero que sea, el abrazo nunca es completo. En Navidad la nostalgia se hace más pesada, la gente se suicida más. En Navidad, parece que Dios está más lejos.

jueves, diciembre 06, 2007

CUENTITOS DIMINUTOS



I
Cansado de andar se puso a descansar; al despertar, ya no había camino.




II
Y el rostro soñado, no solo era un sueño; era la figura ideal, era el sublime soportable. Lo miró, lo miró hasta hacerlo borroso.




III
- Era mejor no haber ido.
- Sí, era mejor.
- Era mejor que no te hubieras acercado.
- Sí, era mejor.
- Y entonces -, replicó amarga su voz.
- La soledad, la soledad y yo.




IV
Los reflejos de la espalda no eran una sombra, eran solo reflejos fulgurantes, atractivos, sublimes, horrorosos. Él persiguió la espalda. Cuando la espalda volteó, se encontró con él mismo.




V
Hasta ahora ha sufrido dolores, decepciones, frustraciones de todo orden. Lo que no sabe es que apenas son un pudoroso avance de lo que le espera: solo un anticipo en su vida.




VI
Fernando Manuel caminó largo por la berma, pensando en si mismo, tratando de convencerse de que vale la pena equivocarse. Caminó hacia el café de siempre, “Café-café”, era el único lugar donde se atrevía a dejar de pensar. Ese día fue uno de los pocos en los cuales no pudo realizar su cometido, se sintió más infeliz que de costumbre. Antes, por la mañana, no pudo más con el destino y conoció a Manuela Fuentes; el corazón se le partió en pedazos, del sueño paradisíaco pasó a la más terrible de las realidades. Se dió cuenta, a la mala, de que Manuela, su Manuela, era de carne y hueso.

lunes, diciembre 03, 2007

FELICITAS


La felicidad no existe. Hay que tratar de ser feliz sin ella.

(Jerry Lewis)