lunes, julio 23, 2007

CUANDO UNA CIUDAD SE VA...



Uno vuelve a la ciudad donde creció, o donde lo nacieron, y encuentra siempre las mismas calles, los mismos rostros, sí, es verdad, hagan la prueba. El tiempo no pasa tan rápidamente como pensamos. Regresamos y están ahí, parece que las ciudades hacen o rehacen sus propios rostros. Las calles son las mismas, aunque parezca que hayan cambiado, así aumente la gente, o los edificios, o los negocios, o encuentren un nuevo puente o una nueva edificación, si uno mira atentamente es lo mismo.
Pero siempre hay algo que se ha perdido, es como si el aire ya no fuera el mismo, el de los años mozos, el de los primaverales, el aire se siente distinto y, entonces, uno piensa que irremediablemente algo se ha perdido, se ha acabado. Y es que ya no están los rostros, las formas de quienes fueron nuestro verdadero paisaje. Ya no están los rostros prístinos de los amigos de los juegos inocentes, esos que uno jugaba porque sabía que no iba ganar pero tampoco perder, juegos importantes los de aquellas épocas. Ya no está el rostro de la primera niña a quien le regalamos la primera mirada de amor, ya no está, la podemos ver caminando en el mismo barrio o viviendo en la misma casa, pero no, ese rostro ya no está. Ya no está la mirada de futuro con las que nos abrazaban nuestros papás, esas miradas ya no están, han desaparecido o se han escondido como el futuro mismo.
Esos rostros, esos paisajes, están en nuestra memoria, en los recuerdos, guardados en lo más ignoto de nuestros corazones, y vanamente, desesperados, los buscamos, a veces, pocas, los encontramos, pero se van rápido, el sentimiento es fugaz, entonces, solo queda el vacío, un vacío que duele… las ciudades que queremos, inevitablemente, se van…

Pero quizá lo uno que sea, es que tú ya no eres la misma y yo sigo siendo el mismo…

viernes, julio 20, 2007

CUENTITO 2



DIVAGÁBAMOS

Estás de nuevo en tu carro y haz llegado a la costa verde, ahora manejas más libre. Te gusta cortar camino por esa ruta porque no hay semáforos, no hay reglas que te constriñan. Estás acostumbrado a seguir las reglas, no puedes zafarte de ellas, te mueres por ir en contra, pero algo muy dentro de ti, algo que haz sembrado tú mismo te lo impide. Ahora recuerdas la reunión que acabas de dejar. Estaban los compañeros del trabajo, y tú les sonreías a todos y les contabas que haces deporte, mentira, ya no lo haces, pero te encanta regodearte de tu vida tan sana. Hablabas de todo un poco y a eso de la una y media te despediste, mañana tienes que trabajar, y al que madruga…, y lo necesario de dormir por lo menos seis horas para producir más y mejor… Y ahora comienzas a sufrir, a preguntarte cuándo te jodiste. Te gustaba leer, sobre todo poesía, te gustaba salir con tu amigo Bruno a conversar, a caminar, a darle forma a las nubes. Y soñabas con atrapar el mundo y si podías, si te dejaban, lo cambiarías para mejor. Te veías al espejo y te gustaba, eras sano, limpio, transparente. ¿Hasta que la conociste?, ¿habrá sido ahí?, te preguntas. Ella no quería un amor, quería una situación asegurada, te dices, y comienzas a recordar sus humillaciones. Y tienes claro que fue ahí donde te juraste que nadie más te iba a humillar por plata, te juraste nunca más trepar a una combi, juraste nunca más lidiar con un taxista, juraste que ibas a entrar, y por la puerta grande, a la pandilla Master Card, y ahora estás en tu auto del año. Recuerdas cuando cambiaste de carrera, ahora todo el mundo te respeta, el progre te dicen, y tú sonríes, siempre sonríes. Nunca más una línea cursi, nunca más. Te preguntabas si algún día podrías escribir los versos más tristes…, escribir por ejemplo…, nunca más, juraste, nunca más sufrir. Mi esencia la cursilería, decías con orgullo. Ahora cuidas, ahíto, cada una de tus palabras. La costa verde te mira, mohína, sucia, miras hacia el cielo y la luna ha salido, miras el mar y te dices: una a una las olas gastaron nuestras vidas… y no te crees. Haz salido temprano de la reunión porque mañana tienes que ir al trabajo, puntualísimo a las ocho, acomodarte en tu oficina del onceavo piso, mirar la ciudad, y seguir pensado como ahora, y seguir sufriendo, sólo, contigo mismo. Y llamarás a Bruno solo para comprobar que a las doce del día está tomando su desayuno, y te lo imaginarás con un cigarro en la boca, en una mano una taza de café y en la otra un libro, y lo imaginarás, estoico, en una combi. Y estarás seguro, una vez más, que a él le duele todo, pero no le jode nada. Después le contarás a tu jefe, justificándote, como está tu amigo de siempre, Brunito, tentado por el fracaso. Y dentro, muy dentro de ti, te ves no tentado sino sumergido en tu fracaso, regodeado en tus miasmas. Ahora te imaginas en tu departamento, haz bajado la velocidad porque haz empezado a pensar a cien por hora, te imaginas poniéndote el pijama, lavándote los dientes, y después, tomándote un antistamínico porque dan sueño y tú no puedes tener insomnio. Ahora sufres, sufres solamente, y haz comenzado a imaginar a la mujer que amas retozando con el hombre que ama, sí, y en el mismo momento en que tú te vas a casa porque las seis horas de sueño, porque hay que producir… Cuándo te jodiste te preguntas, y sólo pides tres cosas: no pensar, no pensar, no pensar. Haz llegado a la subida a San Isidro, han abierto la cochera, haz entrado al edificio donde vives y haz dejado el auto. El portero te saluda y tú le dices, cómo me sonríe la vida Panchito, dime si no, el sacrifico Panchito, el sacrificio es progreso Panchito, buena noche Panchito, hasta mañana temprano Panchito. Y te vas subiendo por el ascensor queriendo, como en todas las noches de tu vida, que ese mañana no llegue, no llegue si se va parecer a hoy.

miércoles, julio 18, 2007

CUENTITO



VIAJE


Me preparé para el viaje (hace como dos años que me di cuenta que ya no puedo viajar a lugares, ahora viajo a humanos). Así, que me fui a visitar a Huancayo a un amigo: uno de los mejores que me quedan, y más humanos y más entrañables y más desconocidos. Soporté estoicamente y con poca impaciencia las seis horas de viaje y la altura varias veces andada. Al llegar, él ya me esperaba. Me ayudo con mi bolso de mano y subimos a su carro. Llegamos rápido a su casa. Dejé mi bolso en el porche, y aproveché para lavarme el rostro y tomar un refresco. Salimos, hábito ineludible, hacia el centro de la ciudad. Allí comencé a tomar mi función de copilotísimo de un solo consejo: “acelera, huevón, acelera”. El tránsito era insoportable; los atolladeros se daban en cada cuadra, en cada media cuadra. La gente había aumentado como en una invasión. El viaje comenzó a hacerse pesado. Entonces, comencé a notarlos: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… “La cagada”, le dije, “seis embarazadas en una sola calle”. Apareció la séptima, “siete, el deshueve”, dije en voz más alta. Él me miró y dijo: “con razón me sentí abrumado con tanta voluptuosidad”. Nos quedamos un rato callados, intentando que la lentitud del viaje, el atolladero, no nos impregnara de mal humor. Tratando de evitar el tránsito, volteamos hacia otra calle. Allí, de nuevo: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete… “siete chinos en una sola calle”, dije, “ya esto es el superdeshueve”. Él miró por la ventana comprobando mi hallazgo y me dijo: “ya notaba que la calle era muy estrecha”. Pensando por qué diablos tantas coincidencias, enrumbamos hacia la calle principal. Allí noté que todo estaba invadido de unas horribles luces de neón avisando toda clase de negocios. Le hice ver que esto afeaba notablemente la ciudad. Él me dio la razón disertando largo sobre el tema. Se notaba que no sólo le molestaba, sino que le dolía. Coincidimos en la idea de dejar el carro en alguna cochera para poder continuar más rápido nuestro recorrido. Volteamos hacia una calle paralela y nuevamente: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… “me cago”, dije, “seis cojos en una calle, ya esto supera el exotismo, esto es realismo puro, huevón…” Busqué desesperadamente al séptimo cojo y nada, nada. Él miró hacia la calle y me dijo: “ya notaba que me faltaba algo”. Al llegar a la cochera, fastidiado por no haber encontrado a mi séptimo cojo, al que completara mi historia; reparé en que no me había dado cuenta en qué momento la cabra se trepo en los asientos traseros del carro. Ella sola, se abrió la puerta, bajó, nos miró con cara de agradecimiento y caminando en dos patas se fue.

martes, julio 17, 2007

PESTAÑEAR

“No se puede pestañear”, “en este mundo lo que no debes es pestañear en ningún momento”, “eso te pasa por darte el gusto de pestañear”; frases que vengo escuchando de forma frecuente últimamente. Se podría leer, que no puedes perder el tiempo, que no puedes darte el lujo de perder el tiempo, que no puedes darte el lujo de cerrar los ojos ni por un rato; entonces, se podría leer, también, que no puedes mirar hacia dentro, mirarte...
Y todo esto con el fin del éxito, esa marca que algunos han registrado como sinónimo de felicidad: no mirarte, no mirarnos ¿equivale a tener éxito?; ¿equivale a ser feliz? Veamos: ¿el famosísimo y multimillonario Bill Gates no se dio el lujo, alguna vez, de cerrar los ojos y soñar?, ¿no pestañeó en ningún momento para imaginar lo que iba a convertirse en una nueva era?, ¿no cerró los ojos imaginando su proyecto para, después de haberlo vislumbrado, llevarlo a cabo? Él varias veces, en contra de su posición de adalid del éxito, ha reconocido que muchas veces…
También se podría leer como apurarse, como ir rápido antes de que alguien vaya más rápido que tú. Napoleón, el último gran conquistador, repetía constantemente: “hagan las cosas despacio cuando estén apurados”; se podría leer, aquí estoy haciendo una lectura personal, miren antes de hacer las cosas, miren…
El acto de pestañear puede ser también un acto de reflexión, cierras los ojos para mirar, mirar hacia dentro, para mirar el mundo hacia dentro. En un mundo donde la gente no quiere mirar, especialmente al prójimo, al otro, se debería pestañear largo y seguido.
Muchas veces, hace falta cerrar los ojos para poder ver…

viernes, julio 13, 2007

MANIFIESTO

Roberto Bolaño es, actualmente, mi tema. Un escritor en quien uno se puede quedar, y feliz. Fue, en sus años mozos, creador de una vanguardia llamada el Infrarrealismo. Aquí les cuelgo uno de los manifiestos que él mismo redactó. Yo me adscribo a este manifiesto pero con los tres motivos del oidor: con miedo, con miedo y con miedo. Pero, como el mismo Bolaño afirma, todo es bienvenido hasta que se acabe el buen humor. (Cuelgo esto a manera de manifiesto personal, también):



DÉJENLO TODO, NUEVAMENTE



Primer manifiesto infrarrealista:




“Hasta los confines del sistema solar hay cuatro horas-luz; hasta la estrella más cercana, cuatro años-luz. Un desmedido océano de vacío. Pero ¿estamos realmente seguros de que sólo haya un vacío? Únicamente sabemos que en este espacio no hay estrellas luminosas; de existir, ¿serían visibles? ¿Y si existiesen cuerpos no luminosos u oscuros? ¿No podría suceder en los mapas celestes, al igual que en los de la tierra, que estén indicadas las estrellas-ciudades y omitidas las estrellas-pueblos?”


-Escritores soviéticos de ciencia ficción arañándose el rostro a medianoche.-Los infrasoles (Drummond diría los alegres muchachos proletarios).


-Peguero y Boris solitarios en un cuarto lumpen presintiendo a la maravilla detrás de la puerta.


-Free Money...




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¿Quién ha atravesado la ciudad y por única música sólo ha tenido los silbidos de sus semejantes, sus propias palabras de asombro y rabia?El tipo hermoso que no sabíaque el orgasmo de las chavas es clitoral(Busquen, no solamente en los museos hay mierda) (Un proceso de museificación individual) (Certeza de que todo está nombrado, develado) (Miedo a descubrir) ( Miedo a los desequilibrios no previstos).




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Nuestros parientes más cercanos:los francotiradores, los llaneros solitarios que asolan los cafés de chinos de Latinoamérica, los destazados en supermarkets, en sus tremendas disyuntivas individuo-colectividad; la impotencia de la acción y la búsqueda (a niveles individuales o bien enfangados en contradicciones estéticas) de la acción poética.




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Pequeñitas estrellas luminosas guiñándonos eternamente un ojo desde un lugar del universo llamado Los laberintos.-Dancing-Club de la miseria.-Pepito Tequila sollozando su amor por Lisa Underground.-Chúpaselo, chúpatelo, chupémoselo.-Y el Horror




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Cortinas de agua, cemento o lata, separan una maquinaria cultural, a la que lo mismo le da servir de conciencia o culo de la clase dominante, de un acontecer cultural vivo, fregado, en constante muerte y nacimiento, ignorante de gran parte de la historia y las bellas artes (creador cotidiano de su loquísima istoria y de su alucinante vellas hartes), cuerpo que por lo pronto experimenta en sí mismo sensaciones nuevas, producto de una época en que nos acercamos a 200 kph. al cagadero o a la revolución.“Nuevas formas, raras formas”, como decía entre curioso y risueño el viejo Bertolt.




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Las sensaciones no surgen de la nada (obviedad de obviedades), sino de la realidad condicionada, de mil maneras, a un constante fluir.-Realidad múltiple, nos mareas!Así, es posible que por una parte se nazca y por otra estemos en las primeras butacas de los últimos coletazos. Formas de vida y formas de muerte se pasean cotidianamente por la retina. Su choque constante da vida a las formas infrarrealistas: EL OJO DE LA TRANSICIÓN




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Metan a toda la ciudad al manicomio. Dulce hermana, aullidos de tanque, canciones hermafroditas, desiertos de diamante, sólo viviremos una vez y las visiones cada día más gruesas y resbalosas. Dulce hermana, aventones para Monte Albán. Apriétense los cinturones porque se riegan los cadáveres. Una movida de menos.




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¿Y la buena cultura burguesa? ¿Y la academia y los incendiarios? ¿y las vanguardias y sus retaguardias? ¿Y ciertas concepciones del amor, el buen paisaje, la Colt precisa y multinacional?Como me dijo Saint-Just en un sueño que tuve hace tiempo: Hasta las cabezas de los aristócratas nos pueden servir de armas.




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-Una buena parte del mundo va naciendo y otra buena parte muriendo, y todos sabemos que todos tenemos que vivir o todos morir: en esto no hay término medio.Chirico dice: es necesario que el pensamiento se aleje de todo lo que se llama lógica y buen sentido, que se aleje de todas las trabas humanas de modo tal que las cosas le aparezcan bajo un nuevo aspecto, como iluminadas por una constelación aparecida por primera vez. Los infrarrealistas dicen: Vamos a meternos de cabeza en todas las trabas humanas, de modo tal que las cosas empiecen a moverse dentro de uno mismo, una visión alucinante del hombre.-La Constelación del Bello Pájaro.


-Los infrarrealistas proponen al mundo el indigenismo: un indio loco y tímido.


-Un nuevo lirismo, que en América Latina comienza a crecer, a sustentarse en modos que no dejan de maravillarnos. La entrada en materia es ya la entrada en aventura: el poema como un viaje y el poeta como un héroe develador de héroes. La ternura como un ejercicio de velocidad. Respiración y calor. La experiencia disparada, estructuras que se van devorando a sí mismas, contradicciones locas.Si el poeta está inmiscuido, el lector tendrá que inmiscuirse.“libros eróticos sin ortografía”*Nos anteceden las MIL VANGUARDIAS DESCUARTIZADAS EN LOS SESENTASLas 99 flores abiertas como una cabeza abiertaLas matanzas, los nuevos campos de concentraciónLos Blancos ríos subterráneos, los vientos violetasSon tiempos duros para la poesía, dicen algunos, tomando té, escuchando música en sus departamentos, hablando (escuchando) a los viejos maestros. Son tiempos duros para el hombre, decimos nosotros, volviendo a las barricadas después de una jornada llena de mierda y gases lacrimógenos, descubriendo / creando música hasta en los departamentos, mirando largamente los cementerios-que-se-expanden, donde toman desesperadamente una taza de té o se emborrachan de pura rabia o inercia los viejos maestros.Nos antecede HORA ZERO((Cría zambos y te picarán los callos))Aún estamos en la era cuaternaria. ¿Aún estamos en la era cuaternaria?Pepito Tequila besa los pezones fosforescentes de Lisa Underground y la ve alejarse por una playa en donde brotan pirámides negras.




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Repito:el poeta como héroe develador de héroes, como el árbol rojo caído que anuncia el principio del bosque.


-Los intentos de una ética-estética consecuente están empedrados de traiciones o sobrevivencias patéticas.


-Y es que el individuo podrá andar mil kilómetros pero a la larga el camino se lo come.


-Nuestra ética es la Revolución, nuestra estética la Vida: una-sola-cosa.




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Los burgueses y los pequeños burgueses se la pasan en fiesta. Todos los fines de semana tienen una. El proletariado no tiene fiesta. Sólo funerales con ritmo. Eso va a cambiar. Los explotados tendrán una gran fiesta. Memoria y guillotinas. Intuirla, actuarla ciertas noches, inventarle aristas y rincones húmedos, es como acariciar los ojos ácidos del nuevo espíritu.




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Desplazamiento del poema a través de las estaciones de los motines: la poesía produciendo poetas produciendo poemas produciendo poesía. No un callejón eléctrico / el poeta con los brazos separados del cuerpo / el poema desplazándose lentamente de su Visión a su Revolución. El callejón es un punto múltiple. “Vamos a inventar para descubrir su contradicción, sus formas invisibles de negarse, hasta aclararlo”. Desplazamiento del acto de escribir por zonas nada propicias para el acto de escribir.¡Rimbaud, vuelve a casa!Subvertir la realidad cotidiana de la poesía actual. Los encadenamientos que conducen a una realidad circular del poema. Una buena referencia: el loco Kurt Schwitters. Lanke trr gll, o, upa kupa arggg, devienen en línea oficial, investigadores fonéticos codificando el aullido. Los puentes del Noba Express son anti-codificantes: déjenlo que grite, déjenlo que grite (por favor no vayan a sacar un lápiz ni un papelito, ni lo graben, si quieren participar griten también), así que déjenlo que grite, a ver qué cara pone cuando acabe, a qué otra cosa increíble pasamos.Nuestros puentes hacia las estaciones ignoradas. El poema interrelacionando realidad e irrealidad




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Convulsivamente




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¿Qué le puedo pedir a la actual pintura latinoamericana? ¿Qué le puedo pedir al teatro?Más revelador y plástico es pararse en un parque demolido por el smog y ver a la gente cruzar en grupos (que se comprimen y se expanden) las avenidas, cuando tanto a los automovilistas como a los peatones les urge llegar a sus covachas, y es la hora en que los asesinos salen y las víctimas los siguen.¿Realmente qué historias me cuentan los pintores?El vacío interesante, la forma y el color fijos, en el mejor de los casos la parodia del movimiento. Lienzos que sólo servirán de anuncios luminosos en las salas de los ingenieros y médicos que coleccionan.El pintor se acomoda en una sociedad que cada día es más “pintor” que él mismo, y ahí es donde se encuentra desarmado y se inscribe de payaso.Si un cuadro de X es encontrado en alguna calle por Mara, ese cuadro adquiere categoría de cosa divertida y comunicante; es un salón es tan decorativo como los sillones de fierro del jardín del burgués / ¿cuestión de retina? / sí y no / pero mejor sería encontrar ( y por un tiempo sistematizar azarosamente) el factor detonante, clasista, cien por ciento propositivo de la obra, en yuxtaposición a los valores de “obra” que la están precediendo y condicionando.-El pintor deja el estudio y CUALQUIER statu quo y se mete de cabeza en la maravilla / o se pone a jugar ajedrez como Duchamp / Una pintura didáctica para la misma pintura / Y una pintura de la pobreza, gratis o bastante barata, inacabada, de participación, de cuestionamiento en la participación, de extensiones físicas y espirituales ilimitadas.La mejor pintura de América Latina es la que aún se hace a niveles inconscientes, el juego, la fiesta, el experimento que nos da una real visión de lo que somos y nos abre a lo que podemos será la mejor pintura de América Latina es la que pintamos con verdes y rojos y azules sobre nuestros rostros, para reconocernos en la creación incesante de la tribu.




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Prueben a dejarlo todo diariamente.Que los arquitectos dejen de construir escenarios hacia dentro y que abran las manos (o que las empuñen, depende del lugar) hacia ese espacio de afuera. Un muro y un techo adquieren utilidad cuando no sólo sirven para dormir o evitar lluvias sino cuando establecen, a partir, por ejemplo, del acto cotidiano del sueño, puentes conscientes entre el hombre y sus creaciones, o la imposibilidad momentánea de éstas.Para la arquitectura y la escultura los infrarrealistas partimos de dos puntos: la barricada y el lecho.




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La verdadera imaginación es aquella que dinamita, elucida, inyecta microbios esmeraldas en otras imaginaciones. En poesía y en lo que sea, la entrada en materia tiene que ser ya la entrada en aventura. Crear las herramientas para la subversión cotidiana. Las estaciones subjetivas del ser humano, con sus bellos árboles gigantescos y obscenos, como laboratorios de experimentación. Fijar, entrever situaciones paralelas y tan desgarradoras como un gran arañazo en el pecho, en el rostro. Analogía sin fin de los gestos. Son tantos que cuando aparecen los nuevos ni nos damos cuenta, aunque los estamos haciendo / mirando frente a un espejo. Noches de tormenta. La percepción se abre mediante una ética-estética llevada hasta lo último.




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Las galaxias del amor están apareciendo en la palma de nuestras manos.-Poetas, suéltense las trenzas (si tienen)-Quemen sus porquerías y empiecen a amar hasta que lleguen a los poemas incalculables-No queremos pinturas cinéticas, sino enormes atardeceres cinéticos-Caballos corriendo a 500 kilómetros por hora-Ardillas de fuego saltando por árboles de fuego-Una apuesta para ver quién pestañea primero, entre el nervio y la pastilla somnífera




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El riesgo siempre está en otra parte. El verdadero poeta es el que siempre está abandonándose. Nunca demasiado tiempo en un mismo lugar, como los guerrilleros, como los ovnis, como los ojos blancos de los prisioneros a cadena perpetua.




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Fusión y explosión de dos orillas: la creación como un graffiti resuelto y abierto por un niño loco.Nada mecánico. Las escalas del asombro. Alguien, tal vez el Bosco, rompe el acuario del amor. Dinero gratis. Dulce hermana. Visiones livianas como cadáveres. Little boys tasajeando de besos a diciembre.




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A las dos de la mañana, después de haber estado en casa de Mara, escuchamos (Mario Santiago y algunos de nosotros) risas que salían del penthouse de un edificio de 9 pisos. No paraban, se reían y se reían mientras nosotros abajo nos dormíamos apoyados en varias casetas telefónicas. Llegó un momento en que sólo Mario seguía prestando atención a las risas (el penthouse es un bar gay o algo parecido y Darío Galicia nos había contado que siempre está vigilado por policías). Nosotros hacíamos llamadas telefónicas pero las monedas se hacían de agua. Las risas continuaban. Después de que nos fuimos de esa colonia Mario me contó que realmente nadie se había reído, eran risas grabadas y allá arriba, en el penthouse, un grupo reducido, o quizás un solo homosexual, había escuchado en silencio su disco y nos lo había hecho escuchar.-La muerte del cisne, el último canto del cisne, el último canto del cisne negro, NO ESTÁN en el Bolshoi sino en el dolor y la belleza insoportables de las calles.-Un arcoiris que principia en un cine de mala muerte y que termina en una fábrica en huelga.-Que la amnesia nunca nos bese en la boca. Que nunca nos bese.-Soñábamos con utopía y nos despertamos gritando.-Un pobre vaquero solitario que regresa a su casa, que es la maravilla.




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Hacer aparecer las nuevas sensaciones -Subvertir la cotidianeidad


DÉJENLO TODO, NUEVAMENTELÁNCENSE A LOS CAMINOS.






Roberto Bolaño, México, 1976

VIERNES 13

Me digo, me dicen , que es una mala fecha para comenzar algo, pero yo soy un tipo sin suerte, o con poca suerte, así que es una buena fecha y punto. Decía Bryce (lo cito aunque, ahora, a algunos les resulte políticamente incorrecto) que escribir es como desvestirse pero al revés, y ese será mi fin. Comenzaré a postear de todo un poco, como en botica, algo aprehenderemos juntos, ojalá, bienvenidos...